lunes, 27 de febrero de 2017

Morir dos veces y no poder morir...

Esta historia es real, solo se cambiaron nombres y lugares…
Fueron muchas  horas de conversación  al los pies de los paños de artesanos y muchos cafés con el licor que en ese momento estuviera disponible…   

Al final de la década de los ochenta, con mi pareja de  entonces, La negra, con la que me casaría unos años después  en un pueblito a 20 kilómetros de una maravillosa ciudad Española,  relación del  la que tendríamos un hijo  de nombre Iñaki ,esto fue  unos años después de ocurrida esta historia,  trabajábamos  en un pequeño puesto de artesanías en la feria artesanal de Bellavista, ambos teníamos nuestro respectivos trabajos, ella  como dependiente en una tienda de ropa interior y yo como maestro chapista en una conocida empresa automotriz de la época,  para complementar  nuestros salarios es que nos hicimos artesanos, vendíamos jarrones, cacharros, macetas de greda que comprábamos en Pomaire, poblado fundado por alfareros incas y diaguitas,  Cueva de Salteadores en lengua Quechua, se encuentra en el Valle Trasversal  entre la costa y la cordillera de los Andes,  usábamos una técnica muy sencilla en base a pinturas acrílicas los decorábamos tipo mármol o piedra, en fin, la verdad que la vida de feriante artesano es una maravilla, conoces mucha gente hermosa, cada uno con una historia en particular, con grandes historia, las tres o cuatro horas  que pasábamos en la feria los sábados por la noche,  son entrañables, recuerdo que esperaba con ansias el fin de semana para reunirnos a los pies de los paños para  charlar y charlar, solo teníamos que armar los puestos y de la nada salía un mate, el café con ron, el puchito, todo era armonía, buena vida, recuerdo esa época como la mejor época de mi vida, recuerdo de tener de vecino a tres o cuatro puestos del nuestro a un  integrante de  un conocido grupo  musical, en ese tiempo era artesano,  también estaban  Jorge y Ana, artesanos en Pintura al Horno sobre placas de cobre, Jorge fue parte  importante de esta historia, y justo al lado nuestro estaban las Amigas y cuñadas  Margarita y Rosa Artesanas en Arpilleras Bordadas,  Rosa estaba casada con el hermano de Margarita,  Manuel y Pedro esposos  de Margarita y Rosa respectivamente, eran dirigentes sindicales de una gran fábrica de línea blanca chilena en el año 1973, Margarita cuenta que ese mismo mes “Septiembre”  en  media de la noche sacaron de la cama a Manuel  y Pedro,  los golpearon, golpearon a las mujeres y se los llevaron,  en ese  momento no lo sabían,  pero nunca más los volverían a ver, al otro día, la dos mujeres salieron a  penas clareo el día a buscar a sus compañeros, sus esposos, y algo que margarita aun no sabía, es  que en el  momento que se llevaron a Manuel, ella tenía dos mese de embarazo,  también se estarían  llevando  al padre de sus hijos, Rosa ya tenía una niña, que en ese momento tendría tres o cuatro años,  Recorrieron todas las comisarias, retenes, hospitales y todo lugar en que sus parejas pudieran estar,  la verdad es que las dos mujeres  vivieron para buscar a sus maridos,  y  jamás tuvieron el más mínimo resultado,  golpearon todas las puertas, hablaron con cuanto General, y Cura que pudieron acercarse, Pasaron Los meses y nació, Pedro Manuel, Le pusieron ese nombre en honor a su Padre y su tío desaparecido en dictadura,  pasaron muchos años y las mujeres jamás dejaron de buscar a sus esposos, el niño Creció sabiendo que la dictadura y que un infame dictador lo privo de por vida de la presencia de su padre, Lo que Margarita no sabía  y no supo o no pudo prever,  es que en el corazón y la cabeza de su único hijo  estaba creciendo una idea que con el tiempo y los hechos destruirían su  familia de por vida, Pedro Manuel se transformo en un hombre callado, taciturno, termino la secundaria luego entro a la universidad a estudiar Sociología,  estando en la universidad se unió al MIR,  "Movimiento de Izquierda Revolucionario", Margarita se enteraría de esto el día que Murió Pedro Manuel,  pasaron los años y la misión del joven en el MIR fue siempre llevar y traer mensajes, era muy inteligente y con un don especial para detectar a los agentes encubiertos y espías del Régimen Militar de esa época, la misión siempre fue llevar y traer mensajes, no hay que olvidar que en esa época aun no había celular ni nada parecido, como les decía, su misión siempre fue llevar y traer mensajes, hasta ese fatídico día en le pidieron guardar un pañuelo de cuello de mujer hecho una especie de bolsa lleno de armas de fuego,  el junto a un un compañero se dirigieron a la casa de Pedro Manuel, guardaron el  atado de armas bajo de la cama, cuando las cosa pasan no hay nada que lo detenga, los dos jóvenes no eran hombres de armas, siempre fueron refinados, inteligentes, muy buen léxico, por eso el MIR los usaba para trabajos mas intelectuales,  pero mal que mal, aun eran jóvenes y no resistieron revisar el bulto para ver las pistolas,  nadie sabe exactamente que fue lo que paso, pero a una de las armas se le escapo un tiro dándole de lleno en la cara de Pedro Manuel,  los vecinos escucharon el disparo y luego los gritos desgarradores de su compañero y amigo, entraron a casa y encontraron a joven muerto a los pies de la cama, fueron ellos los que llamaron a Margarita y Rosa que a esa hora estaban trabajando, cuando Margarita llego a casa fue como si siempre hubiera sabido que algo así ocurriría,  lo primero que hizo fue llamar a su amigo Jorge esposo de Ana, el se encargo de hacer desaparecer las armas, hicieron un pacto de silencio con los vecinos,  para no perjudicar al amigo y compañero de Pedro, contaron a carabineros que los habían asaltado en su casa, las dos mujeres nunca más volvieron a reír, la dictadura militar, mato directamente a su esposo y  a su hermano, e indirectamente mataron a su hijo…. 


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