jueves, 6 de agosto de 2015

Toda una vida...


Si tan solo tuviera el coraje de dejarte, guardo secretamente la ilusión que algún día te comprenderé, ya abandone a todas las que tenía que abandonar, ya ame a todas las que tenía que amar.
Y en todo ese tiempo te recordé, te deseé, te añoré no te imaginas cuanto, te vi crecer en mi mente y  corazón a mi imagen y semejanza, sabía perfectamente la forma que dejabas en mi cama después que te levantabas, sabia cuanta azúcar  ponías al café, sabia cuanto tardabas en la ducha, sabía exactamente en qué momento cerrabas los ojos al besar,  me encantaba escuchar tu voz con ese acento francés, en todos los años que no estuviste conmigo aprendí a conocerte de memoria,  por ejemplo tu forma de levantar la ceja cuando te enojabas, o cuando mezclabas el francés con español y se te atropellaba la lengua por expresar rápidamente tus ideas,  me gustaba sentir tu cara en mi espalda, me matabas de amor con tus carcajadas, pasábamos horas hablando solo con unos cafés y mi coñac, jamás pudiste ser mi crítica literaria, pues amabas todo lo que yo escribía…  te dormías con la punta de mi pijama fuertemente agarrada,  decías que así no te perdías cuando soñabas,  todo una vida creando una imagen tuya… toda una vida esperando el milagro que  regresaras a mi, toda una vida  en mi cabeza…  toda una vida pendiente de los itinerarios de vuelo.
Y ahora que regresaste, cuando por fin compartimos la almohada, cuando por fin escucharon mis plegarias, no eres lo que soñé, no te logro entender, tampoco tú a mí, somos dos desconocidos, te desvaneces cada día, creamos un muro inquebrantable, cada día chocamos con la roca dura…   
Pero la culpa es mía, te idealicé toda mi vida, para mi eras perfecta, no había otra mujer en el mundo como tú, cometí el pecado de hacerte madurar conmigo, o quizás me puse viejo antes de tiempo...
Y aquí estoy yo, de rodillas, con los ojos hinchados de tanto llorar,  rogando por otro milagro,  que me permita entender  cuál fue el motivo que nos reunió casi en invierno de nuestras vidas… 
 en el fondo de mi corazón aun te espero…  

Rey Neira Bustamante