Esta mañana desperté, mi mujer ya se había ido al trabajo, baje
los pies de la cama me disponía a achuntarle con la punta de los pies a las
pantuflas Ralph Lauren, levantó la cabeza y en frente de mi estaba la Mopa
moviendo suavemente su mata de pelos como queriendo jugar, la primera aprensión
fue que me estaban gastando una broma, no lo podía creer, la Mopa había cobrado
vida, después de revisarla que no tenía hilos ni motorcitos que la ingeniosa de
mi hija pudiera haber fabricado para gastarme una broma, entre en pánico pues pensé
en brujas, demonios y quizás que enano pigmeo había embrujado a mi Mopa, la
Mopa de mi mujer en realidad, reconozco que no me gusta nada los quehaceres de
la casa… la Mopita se percato de mi susto, se acercó tranquilamente y me abrazo
suavemente, me susurro al oído que ella
estaba para servirme, de inmediato pensé en darle una sorpresa a mi mujer, puse
rápidamente a trabajar a la Mopita, mientras tanto leía el periódico y me servía mi primer café matutino, la Mopita dejo los pisos y paredes
relucientes, brillaban como nunca,
cuando llego mi mujer se percató al instante de la limpieza, quise decirle que
yo había limpiado todo para darle una sorpresa, pero preferí decirle la verdad,
pues es más real que una Mopa cobre vida antes que yo mueva un dedo por la
limpieza…
Rey Neira Bustamante
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